20 Luis Antonio Vernei conocido entre
los literatos con el nombre de Barbadinho, ha hecho su Lógica en
seis libros, en la cual sigue las pisadas del Genuense, con quien
tenía comunicación (d), de manera que en el método, asuntos,
materias, y modo de tratarlas, son muy semejantes, bien que con la
diferencia que el Genuense muestra estar más instruido en la
antigüedad que Vernei. Nada nuevo hay en esta Lógica voluminosa; y
aunque en ella se tratan materias de todas las Artes, siendo así que
es poquísimo lo que hay de verdadera Lógica (e) no hubo otro
trabajo que el de copiar a otros modernos que han hecho lo mismo.
(a) Logic. lib. 3. c. I. §. 7.
pág.145.
(b) Logic. lib. 2. c. 5. §.4. pág. 93.
(c) Logic.
lib. 2. c. 3. §. 4. pág. 86.
(d) De re Logica, lib. I.
c.7.pág.33.
(e) Nostra haec Logica quamvis morosis censoribus
copiosa videatur, si rerum ordinem & praecepta consideramus,
brevis sit... si praecepta ab exemplis separentur, facile apparebit,
quam paucis praeceptis contineantur innumerae res gravissimae quae
hic traduntur, pág. 24.
La erudición es mucha, pero acinada, y
con señas de no haberse sacado de los originales, por donde es
tumultuaria, desordenada y de ningún modo a propósito para instruir
con fundamento a los Lectores; pero sí acomodada para llenarles la
cabeza de varias especies, y hacer que parezcan sabios sin serlo.
Sobre todo es intolerable el desprecio que hace de los antiguos, y la
ciega deferencia a los modernos. En la Dedicatoria al Rey de Portugal
dice: Que los modernos a lo menos son iguales, alguna vez superiores
a los antiguos, porque ¿quién hay entre estos que en las Ciencias
más serias nos haya dejado otra cosa que principios rudos y
desordenados? Pasa después a hacer comparaciones entre la Lógica de
Aristóteles y la de Gasendo, del Arte de pensar, Du-Hamel, Regis, y
otros semejantes modernos, hallando sumos defectos en aquel, y
grandes perfecciones en estos, y concluye: "Aunque todos se
quejen he de decir que solo el librito de la Lógica de Heineccio, o
de Wolfio, si se atiende al orden, perspicuidad y utilidad de las
cosas, excede en grande manera las Bibliotecas de Aristóteles,
Teofrasto, y Chrisippo". Si Vernei probase lo que afirma,
hiciéramos aprecio de esta y otras muchas cosas semejantes, que en
tono de magisterio deja sentadas; pero como el decir y no probar es
voluntariedad, dejamos esas expresiones para que las estimen y las
sigan los que se precian de discípulos suyos, apreciando más su
Lógica que las máximas Bibliotecas de los Escolásticos. Después
que Vernei en la prefacion de la edición primera de su Lógica (a)
ha manifestado los defectos que hay en las Lógicas que salen en el
presente siglo y en las del pasado, sienta como máxima aprobada por
el consentimiento de hombres doctísimos, que los principales
documentos de la Lógica conviene introducirlos en los entendimientos
tiernos, no por los Maestros en las Escuelas, sino por las amas en la
cuna (b).
(a) P. 90. edic. de Valencia de 1768.
(b) Verè ac summo doctissimorum hominum consensu hoc dico:
praecipua Logices decreta non à praeceptoribus in schola, sed à
nutricibus in cunabulis teneris mentibus instillari oportere, p.21.
Parécese a este consejo la advertencia
que nos da sobre Erasmo, Huecio, Scaligero, Vosio, Salmasio, Grocio y
otros Escritores semejantes, los cuales coloca en la clase de
pedantes (a). Dejo los desprecios de Aristóteles, continuados y
repetidos en esta obra, porque estoy en la inteligencia, que con la
aversión que tiene Vernei a la antigüedad, no le ha leído, y se
echa de ver en la poca exactitud con que refiere sus opiniones.
Cuando trata del uso que se ha de hacer de la Lógica, después de
haber encargado el ejercicio en el Arte de pensar, en Purchot,
Rohault, Mallebranche, amonestando que no se gaste el tiempo en los
escritos de los Escolásticos, porque de estos se puede leer uno, u
otro cuando no hay otra cosa que hacer, para sacar la utilidad de
notar sus errores más claros, dice, que se lea la Historia,
especialmente lo que Clérico en su Arte Crítica ha dicho de Quinto
Curcio, o algunos Historiadores Portugueses, como Osorio, Maffei,
Faria o Rodríguez Costa; y no contento con esto, para mayor
ejercicio en la Lógica, aconseja, que se lean las Oraciones de
Ciceron, Perpiñan, Paleario, y otros semejantes, prometiendo que el
que lo hiciere así ha de superar a los demás en muchos grados (b).
Fuera largo notar otras particularidades de esta obra, y acaso
saldríamos de nuestro instituto; lo que no puedo omitir es, que
merece alabanza en advertir a los jóvenes "que muchos de los
Autores que propone, como que han ilustrado la Lógica, son hereges,
y que no los han de leer, sino según lo que prescriben las leyes, y
entonces con cautela: que no nos hace falta su letura, porque cuanto
bueno hay en ellos lo han puesto los Católicos en sus escritos (c)".
También es digno de notarse, que este Escritor no gustaba del estilo
matemático aplicado a otras Artes, y por este motivo reprehende a
Wolfio, sentando que su lenguaje es inútil para instruir a los
jóvenes (d). Culpa también a Leibnitz, porque sentaba que la
Filosofía no podía tener las luces que necesita sin los principios
de la Matemática,
(a) De re Logica, lib.6.cap. I. §. IX.
in nota. pág. 292.
(b) De re Logica, lib. 6. c.5. p.
335.
(c) De re Logica lib. I. capit. 7. Pág.33.
(d) Lib. I. cap. 7. pág. 31.
suponiendo que esto nacía de la
preocupación y demasiado amor a esta Ciencia (a), por donde asegura
que Gravesande, Keil, Wolfio y otros tales, que siguen el riguroso
método geométrico, no son a propósito para los principiantes (b).